LA SABANA DE BOGOTA

Sabana de Bogotá es un libro que da cuenta de la belleza de esta tierra, de su
antiguo y fertil prodigio. Este trabajo único es obra de Juan Ramón Giraldo
Arciniegas, fotógrafo y viajero quien se quedó a vivir en la Sabana para poder
comprenderla. Esto significa esperar a que esta, pacientemente, le entregara sus
secretos, en sus amaneceres brumosos y fríos o en sus atardeceres que son el
auténtico El Dorado para captarlos con su cámara y ofrecerlos a nosotros.
Publicado en 1988, infortunadamente es en este nuevo siglo, un nostálgico archivo
y retrato de esa sabana de Bogotá que estamos perdiendo a pasos agigantados,
debido en parte a la urbanización ilegal o “legal que ofrece a compradores de
masas de cemento “corredores verdes” y “amplios jardines” donde antes hubo
praderas y humedales.

Aquí están sus suaves colinas, sus caminos, sus nieblas que anuncian la
proximidad de las lluvias o del verano, sus árboles, sus aguas y ¡sus silencios!
Sabemos de la veneración de los sabios y antiguos Muiscas por el agua y la
naturaleza de la sabana, a lo largo del tiempo su encanto verde y asombroso
cautivó a cronistas, poetas y escritores. En el libro se citan fragmentos de ellos
para acompañar las fotografías, confirmando en letras su verdad, su belleza, y su
permanencia en nosotros.

Dice el autor: “Conscientes de esta importancia y de la singularidad de la Sabana
de Bogota, de su insólita presencia en mitad del trópico, de su inexplicable mezcla
de sensualidad y melancolía, se ha trabajado durante varios años fotografiando
sus más inesperados momentos, sus más recónditos lugares y toda la majestad
de su esplendor y su misterio, para devolverle a este paraje el asombro que
suscitó en don Juan de Castellanos y en Alejandro de Humboldt, y la lealtad que
despertó en sus cultivadores y hacendados, como en don Tomas Rueda Vargas.”
El Nobel de literatura Gabriel García Márquez, en una entrevista le rinde este
sorprendente homenaje, al recordar su viaje de ascenso hacia la "tierra fría”:
"Pensé que llegaba al lugar más bello de la tierra ... y aún lo creo".
Y completa esta apreciación el insigne escritor Germán Arciniegas:
“…para quien viene a nuestro trópico resuelto a encontrar el delirante resplandor
de un sol que todo lo enciende y alborota, esta Sabana lo desorienta con lo que
podría llamarse el trópico al revés...”