Señor Ladrillo

"Escribir una novela es como pegar ladrillos", señaló alguna vez García Márquez. Y el símil no podía ser más apropiado. Con ese pequeño bloque de adobe que pasa de mano en mano, se construyen rascacielos, como quien entreteje las palabras necesarias para edificar una novela. En el repaso de los materiales que el hombre ha creado y empleado, desde los inicios de su historia registrada, el ladrillo es el primero.

De barro, como el hombre, se hermana con éste en el origen. El ladrillo posee el tamaño justo, el peso adecuado y la solidez necesaria para permitir su manipulación. Con él se construyen lares perdurables y fábricas productivas, puentes resistentes y viaductos imponentes. Con su tránsito del chircal rudimentario a la producción organizada, el ladrillo ha impulsado el crecimiento de ciudades y países, jalonando el desarrollo. El ladrillo que este libro ilustra a través de todas sus etapas, es el material que nos ha acompañado desde siempre, el que a todos nos conmueve. Es el Señor Ladrillo al que homenajeamos con respeto.