Hoy damos comienzo a un nuevo ensayo, un ensayo que tejeremos entrelazando hilos de sororidad a través de la creación. Esta es una invitación a que gocemos juntos el placer de hilar saberes, tejer historias y dar vida a una geografía propia y colectiva a la vez, que nos convoque a enunciar el mundo desde el ejercicio de la feminidad partiendo desde la creatividad, los oficios y la pasión por lo bello. Será una trama de puntos infinitos, entrelazados por el ejercicio de nuestros sentidos y de nuestra memoria, para (re)crear el mundo y entablar la búsqueda de lo intangible. Entre urdimbres y agujas surgirán relatos de mujeres, (entre)tejidos con y para la vida.
LUZ LIZARAZO
"Todos mis personajes son femeninos, me interesa hablar desde este lugar. Es lo que conozco, lo que potencializo y lo que me interesa. Mi linaje es femenino. Tuve abuelas y no abuelos. Hijas y no hijos”.
Habitante de territorios entrañablemente femeninos, es también una impetuosa tejedora de su autobiografía, recorredora de caminos y trenzadora de fronteras; fehaciente visionera de un universo que trasciende nuestros cuerpos, prisioneros tras las rejas de la biología y (re)creadora de híbridas redes de luz y de niebla.
Los oficios son, en el trabajo de Luz Lizarazo, un enunciado a la creatividad interpelado por un pulso incesante, rítmico y preciso. Estos parecieran empujarla a una búsqueda más allá de lo tangible, la misma búsqueda que la lleva a desnudar la ambigüedad de lo humano y a resignificar la vida.
LAURA LAURENS
“Siento que lo que estoy haciendo responde a una misión, a un deber. Enfrentar riesgos representa un esfuerzo por lograr un lenguaje global desde la particularidad de mi marca”.
Con una firme decisión, Laura Laurens aborda el ejercicio de tejer la vida desde la interpelación, la deconstrucción y la creatividad, buscando constantemente nuevos espacios desde los cuales cuestionar patrones de normalidad establecidos, mutando desde la subalternidad.
Para esta artista plástica, el diseño es un proceso más escultórico que textil, haciendo del tejido una búsqueda por aquellos puntos de encuentro entre el espacio y el cuerpo. Su ejercicio del patronaje se enmarca de líneas de corte complejas, puras y a menudo, circulares, como si quisiera expresarnos una sensación de infinidad existencial o de absoluta plenitud.
DIANA GAMBOA
“No construyo geometrías de papel, invento universos inexistentes que se hacen visibles a través de mis manos. No hablo de lo cotidiano, hablo de cada sentir que es sentido. No hablo de una técnica milenaria, me sumerjo en su esencia para poder crear".
A esta aguerrida caminante la orientan el respeto, el amor y la admiración por sus ancestros. Su arte nos devela un universo de papel, entramado por herencias milenarias que atestiguan un largo recorrido por rutas de seda y mágicos atardeceres. Sus manos, que son su casa y su hogar a la vez, son plegadoras incansables de vida, de memorias y de pieles colectivas.
ANA GONZÁLEZ
“Habla de la naturaleza, de las comunidades indígenas, del desplazamiento en la sociedad y de la devastación en la tierra. Una mirada femenina sobre la fragilidad de ese equilibrio perdido”.
El verde pareciera ser el horizonte que la rige, en un viaje sin regreso, recorriendo senderos, montañas y ríos de vida, guiada por mujeres jaguar y mensajeros de los dioses. Es una ilustre observadora que, con destacada elocuencia, nos revela historias de desplazamiento, deforestación y devastación inmersas en nuestra idea de modernidad y progreso.
La apuesta por la transformación de las coordenadas del sentido sitúa a los oficios en el centro del universo artístico de Ana González. Ellos son un percutor que pone de manifiesto la fragilidad de la existencia humana y desentrama feminidades que nos llevan a pensarnos de otro modo, desde lo común, desde el equilibrio y desde el amor por el territorio.